CEAMA es como un río que sigue fluyendo

Durante el Momento conclusivo del Jubileo de los Equipos Sinodales y Organismos de Participación, celebrado este sábado 25 de octubre en el Aula Pablo VI, la Conferencia Eclesial de la Amazonía (CEAMA) compartió su testimonio como fruto vivo del proceso sinodal en el territorio amazónico.
El evento, organizado por la Secretaría General del Sínodo, reunió a representantes de los equipos sinodales y organismos eclesiales de todo el mundo para intercambiar experiencias y buenas prácticas en la implementación de la sinodalidad.
La CEAMA es como un río que sigue fluyendo
En su intervención, Mauricio López, vicepresidente de la CEAMA, describió el camino amazónico como un proceso en movimiento, “como un río que nace, crece y busca siempre nuevas formas de vida”.
“La CEAMA es fruto de un largo camino de Iglesia, de una Iglesia misionera implicada en la vida de las personas. Es una conferencia eclesial en comunión plena con la Iglesia universal, que integra todas las expresiones ministeriales: episcopado, vida religiosa, presbiterado, laicado y pueblos originarios”, expresó.
López recordó que la CEAMA es una estructura inédita en la historia eclesial, surgida del Sínodo para la Amazonía (2019), que respondió a una de las peticiones más claras del proceso sinodal: crear nuevos espacios de participación donde ningún servicio de la Iglesia se sienta menos, sino potenciado.
“Es un signo de comunión donde los obispos, las religiosas —especialmente las mujeres que sostienen la misión en la Amazonía—, los laicos y los pueblos indígenas caminan juntos, discerniendo y decidiendo en igualdad de dignidad y misión”, destacó.
Una Iglesia amazónica que encarna los cuatro sueños del Papa Francisco
Durante su participación, López explicó que la CEAMA expresa los cuatro sueños de la exhortación Querida Amazonía del Papa Francisco:
• un sueño social, para defender la vida y la dignidad de los pueblos;
• un sueño ecológico, para cuidar la Casa Común;
• un sueño cultural, para valorar la diversidad y la catolicidad de la Iglesia;
• y un sueño eclesial, que impulsa nuevos rostros para una Iglesia esperanzadora y encarnada en los territorios.
“El Espíritu Santo ha hecho posible una novedad que no viene de estructuras humanas, sino de la vida misma de los pueblos. Somos todos pueblo de Dios, en comunión también con nuestra hermana madre tierra”, afirmó.
Una sinodalidad que nace del territorio
El vicepresidente de la CEAMA recordó que este camino no es solo institucional, sino profundamente espiritual y comunitario. La asamblea de la CEAMA está conformada por representantes de las siete conferencias episcopales amazónicas, e incluye en su composición un obispo, un sacerdote, una religiosa o religioso, una laica o laico, y un líder indígena, campesino o afrodescendiente por cada país, con una representación ampliada en Brasil por su extensión territorial.
“Lo que vivimos en la Amazonía es una novedad del Espíritu: una Iglesia sinodal que camina en alteridad, en reciprocidad, en diálogo con la tierra y los pueblos. Una Iglesia que anuncia esperanza, teje Reino y vive el kairos de Dios”, concluyó López.
Una experiencia que inspira a toda la Iglesia
El testimonio de la CEAMA fue recibido con entusiasmo entre los participantes del Jubileo, como una experiencia concreta de sinodalidad territorial, ecológica y comunitaria, que refleja la universalidad de la Iglesia en su diversidad.
Con su presencia en el Jubileo, la CEAMA reafirmó su compromiso de seguir compartiendo la experiencia amazónica como fuente de renovación para toda la Iglesia, una Iglesia que escucha el clamor de la tierra y de los pueblos, y que sueña con nuevos caminos de comunión y esperanza.
Fuente: CEAMA


