Actitud eclesial en el contexto pluricultural

Por José Marcos Castellón Pérez, Pbro.
La sinodalidad, actitud eclesial tan necesaria en el contexto de una realidad pluricultural, es una expresión concreta y elocuente de la espiritualidad de comunión. La comunión con Dios y la comunión entre nosotros los seres humanos es la finalidad de la economía salvífica y se realiza por la acción gratuita del Espíritu vivificante que actúa en la acción pastoral de la Iglesia, por la capacidad de escucha a todas las voces, sea dentro o fuera de la Iglesia, que nos ayudan a escuchar la voluntad del Dios que camina con nosotros haciendo historia de salvación.
Dentro de la Iglesia, la sinodalidad, como vivencia de comunión entre los bautizados, se vive y opera en la participación corresponsable y ordenada de todos los miembros de la Iglesia en la misión a ella encomendada, conforme a los carismas, ministerios y servicios prestados al interno de la comunidad creyente, pero con una misión ad extra, en cuanto sacramento universal de salvación. Fuera de la Iglesia, la sinodalidad tiene una triple vertiente: la sinergia en la búsqueda de la unidad y la paz por medio del ecumenismo y del diálogo interreligioso, la capacidad de comprender los anhelos más profundos de las mujeres y los hombres de nuestro tiempo, expresados en la cultura, y el diálogo constructivo con todas las fuerzas sociales en vistas a la edificación de una sociedad más justa y en paz.
El Papa Francisco, en la celebración del quincuagésimo aniversario de la institución del Sínodo de los Obispos, les decía a los participantes del Sínodo extraordinario del 2015: «El camino de la sinodalidad es el camino que Dios espera de la Iglesia del tercer milenio»; de este modo, el Santo Padre ha puesto a la sinodalidad como eje transversal sobre el cual gira toda reflexión y toda acción pastoral, además de ser el tema del próximo Sínodo de los Obispos.
En esta ponencia les propongo reflexionar en tres momentos. El primero sobre el significado de la sinodalidad y su fundamentación teológica; el segundo sobre la sinodalidad como actitud pastoral al interno de la Iglesia y el tercero como actitud que nos coloca, como Iglesia, en apertura hacia el mundo para ser simiente del Reino de Dios en cuanto sacramento de salvación en el mundo, en la búsqueda de la vivencia universal de los valores del Reino y el bien común.
Fuente: Castellón Pérez, J. M. (2023). La sinodalidad en un mundo pluricultural. Medellín. Biblia, Teología Y Pastoral Para América Latina Y El Caribe, 48(183), 119–141. Recuperado a partir de https://revistas.celam.org/index.php/medellin/article/view/1864